Casa familiar
Cuando decimos: la casa de la familia – con los ojos de la imaginación vemos a sus queridos padres, hermanos alegres y su abuelo con la abuela, que tienen tantas cosas interesantes que decir … La casa de la familia es también una historia de los antepasados inscrita en la historia de la Tierra Patria.
En esta casa polaca de la familia desde siempre ha sido presente la Madre de Dios, que con amor todavía nos llama y enseña, como en su tiempo en Caná de Galilea: Hacer todo lo que él os diga mi Hijo (Jn 2, 5). En este grito de la madre se oculta la esencia de la oración de la image de la Misericordia: Jesús, confío en ti.
Helena Kowalska – nombre religioso María Faustina – nació en la víspera de la fiesta de la Virgen de Czestochowa, el 25 de agosto 1905. Este fue el primer año de la ceremonia de celebración en honor a la Virgen de Jasna Gora, la Madre y la Reina, quien era la única esperanza para una tierra sumergida en el cautiverio de tiempos de anexión. Casi cinco años después del establecimiento de la celebración, “autores desconocidos robaron la corona de la Reina de Polonia, como si quisieran decir: – ¿Para qué quereis una reina? ¡Tenéis a car por rey!
Helena nació en el pueblo de Głogowiec como la tercera de diez hijos de Marianna y Stanislaw Kowalski. Dos días más tarde, en su parroquia en Swinice Warckie, recibió el bautismo. Jozef Chodynski, cuya tumba se encuentra en el cementerio local, vierte el agua bautismal sobre la futura Santa.
Vista de la casita de Santa Faustina
Escultura de María. Głogowiec